Lo sabía pero no sabía cuándo. Lo esperaba pero la sorprendieron. Así capturaron con orden de cárcel por si acaso se quería escapar o fugar a quien nos dijo que era la presidenta interina del país y que luego tuvo que reconocer que no tenía el poder para ser electa con voto democrático.
Hoy, cuando es ex y cuando el presidente actual ganó con apabullante victoria, la acusan de tres graves delitos: sedición, conspiración y terrorismo en el golpe de Estado —para muchos—, en la intentona de golpe —para otros—, o en la transición de poder —para otros no muchos, depende de quién lo diga—, y que derivó en la salida casi a la fuerza bruta del entonces presidente Evo Morales.
¿Qué está pasando en Bolivia que arrestaron con acusación más que de criminal a Jeanine Áñez, la “ex” y de “exfacto” de esa nación?