Los últimos acontecimientos en la región, hacen que Asia Occidental vuelva a estar en el ojo del huracán, no solo para la comunidad internacional, sino también para los líderes y dirigentes en la propia región.
Tal es el caso del líder del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), Seyed Hasan Nasralá, quien ha emitido declaraciones en torno a la postura y atención regional que se debe tener hacia Estados Unidos, y lo que acaba de suceder en Afganistán.
De sus palabras e ideas, podría inferirse el papel que Nasralá atañe a Washington y a sus aliados en todo lo que hemos visto, y sobre todo en la evaluación que debe hacerse de esto a un nivel estratégico.
Lo cierto es que el secretario general de Hezbolá, sentencia que la situación caótica de Afganistán tiene muchas lecciones para aprender, y apunta tal vez de una manera visionaria, a que Siria e Irak estarán en la mira de la Casa Blanca próximamente.
A todo esto no ha dejado por alto su país, El Líbano, y su situación económica delicada de la que añade culpa a la injerencia externa.